Los grupos de oración “Amigos de San Roque”
Los grupos de oración surgieron por voluntad del Hermano Constantino De Bellis, Procurador de San Roque y Padre guardián de la Archicofradía, en respuesta a la exhortación del Concilio Vaticano II; son una maravillosa realidad no solamente por los numerosos fieles italianos sino también por los varios países europeos. Surgieron principalmente para recorrer un camino espiritual y formativo con la finalidad de que los inscritos lleguen a ser “faros de luz”, “viveros de fe”, “hogueras de amor”, conforme a las virtudes de San Roque, en quien se inspiran. La figura y la vida virtuosa de San Roque, marcada por los ideales cristianos del amor hacia Dios y hacia los hermanos en la caridad activa y abnegada, sobre todo en los momentos difíciles y de necesidad, se manifiesta llena de luz, de la luz que esclarece la existencia humana y hace más ligero el camino de la fe en nuestro tiempo, turbado por tantos miedos e inseguridades. Los amigos de San Roque están invitados a ser, como nos exhorta siempre el Procurador, hombres y mujeres de caridad siguiendo el ejemplo del Santo peregrino, cuyo mensaje hace referencia al mandamiento del amor. El encuentro anual, que sea para todos un momento de reflexión comunitaria sobre la madurez de nuestra fe, la escucha de la Palabra y lleve a todos fermentos de vida nueva para progresar interiormente en el espíritu de caridad hacia Dios y hacia los hermanos sufrientes y necesitados. Los grupos de oración Amigos de San Roque quieren actuar en obediencia a las continuas invitaciones de los Sumos Pontífices y de la jerarquía, según la Tradición admirablemente expresada en los Concilios Ecuménicos, especialmente en el Concilio Vaticano II. Los grupos se comprometen a seguir los principios generales de la espiritualidad Roqueliana (franciscana) de San Roque, éstos son: • Adhesión plena e incondicional a la doctrina de la Iglesia Católica, bajo la guía del Papa y de los Obispos, de los cuales el Sacerdote director espiritual es portavoz al interno del grupo. • Oración con la Iglesia, por la Iglesia y en la Iglesia, con la participación activa en la vida litúrgica seriamente vivida como vértice de la íntima comunión con Dios. • Caridad activa y efectiva en favor de los sufrientes y necesitados como expresión práctica del amor a Dios. Cada grupo, en comunión con el Procurador de San Roque y bajo la guía del asistente espiritual, elige un itinerario formativo de acuerdo a las exigencias de cada uno de los miembros y a la realidad social de la zona. Los mismos encuentros de formación y de oración de cada grupo, fijados el 16 de cada mes, están orientados no solamente al crecimiento de los participantes sino a irradiar el mensaje del Evangelio y la santidad de San Roque
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